Las recetas de los asesores top en lecherías

Fuente: Revista del Campo, El Mercurio.  23 de septiembre 2013.

  • Son un grupo de élite y están remeciendo la forma de producir leche en Chile. Roberto Dünner, Pedro Meléndez y Oscar Balocchi proponen inteligencia de mercado en la compra de insumos, tecnologías de bajo costo en la salud animal y duplicar la efectividad del consumo de praderas.

Fueron 11 años en Florida, Estados Unidos. Pedro Meléndez tuvo bastante vida al aire libre en el "estado soleado". Pero no entre toallas y arena, sino que alrededor de vacas y laboratorios. Con un doctorado en Medicina Animal con especialidad en bovinos de la Universidad de Florida, Meléndez, quien volvió a Chile en 2008, es parte de la nueva hornada de asesores lecheros top en Chile.

Un grupo de profesionales que se instaló en un rubro en plena apertura exportadora, con avances y reveses para los productores lecheros. Un sector en el que la gestión tradicional está dando paso al profesionalismo, pues los bajos márgenes terminan sacando a los menos eficientes. Por eso el auge y creciente sofisticación de los asesores lecheros.

Varios de ellos tienen un cartón que los acredita como PhD, otros tienen una activa carrera profesional en Chile. Luego de investigar en el ambiente lácteo quiénes son algunos de esos nuevos asesores renombrados, conversamos con tres de ellos, Roberto Dünner, experto en gestión de campos productores de leche; Pedro Meléndez, especialista en salud bovina, y Óscar Balocchi, con un doctorado en praderas. Ellos evaluaron críticamente el comportamiento de los productores chilenos y propusieron cómo mejorar su rentabilidad.

La leche en cuatro dimensiones

Roberto Dünner Wörner, gerente general de Todoagro, considera que el productor chileno tiene claro que su actividad debe enfrentarla como negocio y que paso a paso se está convirtiendo en empresario.

Dünner desde 2007 está al frente de Todoagro, la empresa comercial y de consultoría agropecuaria del sur de Chile, que en los últimos años ha analizado la gestión técnico económica de proyectos que representan a más del 10% de la leche recepcionada en las plantas industriales del país. De ahí la autoridad que tiene para hablar de resultados lecheros.

Dünner confiesa ser un apasionado del sector agrícola de toda la vida. Eso fue lo que lo motivó después a estudiar Medicina Veterinaria. Se tituló en 1993 en la Universidad Austral de Chile, pero antes de eso ya estaba trabajando en las secciones lecheras de la Hacienda Rupanco. Después en Agrícola Santa Isabel llegó a ocupar la gerencia técnica y la administración general.

En sus 20 años de profesión se especializó inicialmente en nutrición y reproducción, para derivar finalmente en la administración. Se le reconoce tener una sólida formación técnica, combinada con una visión macro del negocio agrícola, sumada a la capacidad de formar buenos equipos de trabajo.

Al principio se muestra cauto para dar consejos colectivos, pues cada empresa tiene realidades diferentes.

Lo que sí señala es que esas realidades siempre deben ser analizadas desde cuatro aspectos: la perspectiva comercial hacia atrás, la perspectiva comercial hacia adelante, la financiera, y la de los procesos/gestión del talento.

"Cuando estas perspectivas se abordan de acuerdo con las mayores brechas que existen en cada una, sumado a un trabajo consistente y apasionado, el resultado solo puede ser positivo", concluye.

La perspectiva comercial hacia atrás la define como la gestión de adquisiciones. "Esta es un área que ha evolucionado fuertemente en los últimos años. Hay que comprar lo que realmente se necesita, en el momento correcto y en los plazos adecuados al objetivo. Estratégicamente aquí hay oportunidades que pasan por inteligencia de mercado y políticas contracíclicas, entre otras", señala Dünner.

La perspectiva hacia adelante tiene que ver con la gestión de ventas. "El productor debe fijar una estrategia comercial para maximizar el margen de contribución. Al ser la leche el 90% del ingreso de la empresa, resulta fundamental conocer las pautas de pago y las tendencias de largo plazo", añade.

La perspectiva financiera se refiere a la correcta evaluación del negocio. "Este aspecto es a veces subestimado. ¡Lo que no se mide no se puede gestionar! Tiene que ver también con la estructura financiera de la empresa, área muy relevante por el alto nivel de activos por hectárea", dice.

La perspectiva de los procesos y de gestión del talento es considerada una de las más complejas de abordar. "Tiene que ver con definir cada uno de los procesos -labores-, evaluar estos procesos y optimizarlos. Es similar a un proceso de mejora continua, que requiere asistencia experta, capacidad de adaptación y flexibilidad. Por el lado de la gestión del talento, la captación y retención de recurso humano entrenado y comprometido se ha vuelto un área crítica, al igual que los planes de sucesión", dice.

Sanidad animal a bajo costo

"La situación lechera está complicada. Hay que ser muy eficiente y ahí la gestión es clave", comenta Pedro Meléndez, profesor titular de la Universidad Santo Tomás, profesor adjunto de la Universidad de Florida, EE.UU. Se tituló de médico veterinario en la Universidad de Chile y tiene un máster, una residencia en Medicina Bovina y un doctorado en el College of Veterinary Medicine de la Universidad de Florida. Es consultor privado de importantes predios lecheros de la zona central y sur.

En las actuales circunstancias, Meléndez propone que la clave es producir leche en la forma más eficiente posible. Eso significa trabajar con un ítem de costos muy acotado, lo que implica una gestión empresarial muy bien definida, que también contenga aspectos de bienestar animal.

"No es solo producir leche en grandes cantidades, sin preocuparse de la vaca. Hoy por hoy el bienestar animal es igual a rentabilidad. El que entiende este concepto, es decir, el que mantiene la vaca sana, le da compost, le da sombra, le da agua de buena calidad, le da camas para que se pueda echar, va a comprobar que eso va en favor de la rentabilidad", plantea.

Lo anterior sin dejar de lado la alimentación, tratando de ser lo más eficiente posible en costos, preocupándose de la fertilidad, en buscar buenos toros desde el punto de vista genético, haciendo también un buen manejo reproductivo, detectando celo, usando protocolos de inseminación, preñando los animales en su momento determinado después de haber parido y, por ende, preocupándose de la salud del animal, que tiene que ser la mejor de todas para que se pueda expresar todo eso.

"Si no hay un animal sano, no va a haber mucha leche y no va a haber buena fertilidad; por lo tanto, la sanidad animal juega un rol fundamental junto con el concepto de bienestar animal", propone.

Pero todo lo dicho no se logra si no existe el personal adecuado. "Hoy gasto mucho tiempo de mi asesoría enseñando y capacitando a la gente, que es algo básico y fundamental. Sin eso no se llega a ninguna parte", destaca.

En lo que es reiterativo es en señalar que los consejos son simples, pero hay que seguirlos al pie de la letra "a la hora de los quiubos".

Por ejemplo, Meléndez revela que en el tema calidad de forrajes -ensilajes de buena calidad, lo mismo que heno de alfalfa, por ejemplo- a Chile le falta mucho. "Tenemos que lograr forrajes de óptima calidad y, sobre eso, complementar. Pero muchos productores hacen lo contrario, o sea como no tienen buena alfalfa, como no tienen buen maíz y no hacen un buen manejo, tienen que recurrir a los concentrados y a gastar más dinero. Y, por lo tanto, el negocio se hace menos eficiente y menos rentable", agrega.

Reclama Meléndez que también en la parte reproductiva no se hace un buen manejo en detección de celo, ni en protocolos de sincronización para mejorar la fertilidad, ni protocolos de salud animal. "Después de que pare una vaca, al menos día por medio hay que examinar que no tenga fiebre, ni problemas digestivos para detectar enfermedades en forma precoz y tratarlas. "Hay muchos productores que no lo hacen. Este ha sido mi gran caballito de batalla desde mi vuelta a Chile. Los programas de salud posparto ahorran mucho dinero a la hora de prevenir y detectar enfermedades en forma precoz", dice.

Pero alega que muchos productores no los hacen, cuando no es muy difícil.

"Cuando se tienen las ganas de hacer las cosas y de cambiar, se pueden lograr cosas. Algunos creen que cuando se habla de tecnología es comprar una máquina que vale millones. Y no lo es, pues la tecnología a veces es un pequeño cambio de hábito, como tomar la temperatura de la vaca los diez primeros días después del parto. ¿Cuál es la tecnología ahí? Un termómetro que vale 2.000 pesos, y las ganas de hacer las cosas", revela.

Mejorar el pastoreo

Óscar Balocchi Leonelli es hijo de agricultores. Creció ligado al campo, y desde niño su sueño era estudiar Agronomía, para dedicarse a trabajar en el campo. Y lo cumplió. Estudió Agronomía en la Universidad Austral de Chile, en Valdivia. Aunque siempre pensó en dedicarse a la producción de carne bovina, que era la principal actividad de su padre; sin embargo, las aguas lo llevaron por otro lado. Después de titularse de ingeniero agrónomo ingresó a trabajar al Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), en la Estación Experimental Remehue de Osorno, en el programa de producción de leche. Así, hace ya treinta años que trabaja en el tema de producción y utilización de praderas para la producción de leche. Después de algunos años en el INIA, se traslada a la Universidad Austral de Chile donde se dedica profesionalmente al tema de utilización de praderas. En eso se ha perfeccionado y cuenta con un magíster en la University of Reading y y un doctorado en la University of Wales de Gran Bretaña, y un posdoctorado en Nueva Zelandia.

"El principal desafío del sector es buscar y perfeccionar sistemas prediales que compatibilicen una producción a bajo costo unitario, como una forma de hacer competitiva la leche a nivel mundial, con un adecuado margen de rentabilidad para hacer sustentable y atractiva económicamente la actividad para el productor", destaca el especialista, autor de numerosas investigaciones, con fondos públicos y privados, sobre producción de forraje y pastoreo.

Es lo que hacen los principales países que participan en el mercado de exportación mundial de leche, señala, que utilizan sistemas de producción que se basan muy fuerte en el pastoreo, como Nueva Zelandia, Australia e Irlanda.

"Esto es válido parcialmente para nuestro caso, porque cuando comparamos la proporción de pradera de pastoreo en la dieta de las vacas, en Chile este valor es menor que en esos países y cercano al 50%. Para convertirse en un país competitivo en la exportación considero que la proporción de pradera en la dieta debe aumentar", concluye.

¿Pero el productor lechero se ha transformado en un empresario agrícola, o todavía prima una visión romántica de la actividad?

"En términos generales, creo que ha cambiado, aunque como en todas las actividades productivas existe una variabilidad muy grande en el uso de tecnología. Creo que se ha avanzado mucho en la incorporación de tecnologías, lo que pasa es que a veces es difícil percibir estos cambios si no se realiza una comparación en el tiempo. A pesar de esta realidad, estimo que la incorporación de nuevo conocimiento y tecnología es la base fundamental que determina el éxito de los sistemas de producción de leche competitivos. Por lo tanto, este es un desafío permanente porque cada día existe nuevo y mejor conocimiento disponible para perfeccionar los sistemas de producción", comenta.

Balocchi considera que el productor lechero siempre tiene muchos desafíos, a veces demasiados, lo que hace difícil ordenarlos en importancia.

"Por eso creo que el principal desafío de los productores es priorizar correctamente dónde poner los esfuerzos y recursos de forma de obtener el mayor impacto en el resultado productivo y económico. Probablemente, con cierto sesgo de mi parte, considero que aún el principal desafío está en sacar más provecho de nuestras praderas. Un indicador muy útil en este sentido y que se utiliza internacionalmente es cuantificar la cantidad de pradera consumida por hectárea. En los sistemas de producción de leche basados en pastoreo, como es el caso del sur de Chile, este indicador se relaciona muy fuertemente con el resultado económico de las lecherías. La información que disponemos de predios lecheros del sur de Chile es que este valor en promedio está cerca de la mitad de lo que deberíamos esperar", dice.

Entonces, si lo que se debe mejorar es el consumo de pradera por hectárea, Balocchi destaca dos factores clave en los que se debe intervenir.

"Lo primero es lograr una buena producción primaria, esto es un alto rendimiento de forraje de la pradera. Lo segundo, y no menos importante, es conseguir una alta cosecha por parte del animal, de este forraje producido. La combinación de ambos se traducirá en el consumo por hectárea. En general, hemos sido más conscientes del primer factor, de aumentar la producción y menos de utilizar adecuadamente el forraje producido. Hoy se están generando conocimientos muy útiles para mejorar el pastoreo, que es la principal forma de utilizar la pradera. El Consorcio Lechero, a través de su Comité de Pastoreo, está desarrollando una campaña denominada "Yo pastoreo", con el fin de lograr un uso eficiente de recursos forrajeros en las lecherías del sur de Chile", destaca.

 Tensa relación productores-industria

El términos de los bonos especiales de la industria, que entonaron los precios de invierno, tensiona las relaciones entre las plantas y los productores.La esperanza de los lecheros era que el precio se mantuviera, porque los valores en el mercado internacional de los lácteos siguen estando altos.

Para el presidente de Fedeleche, Juan Horacio Carrasco, "la situación tiene en estado de ofuscación y desilusión a miles de productores, quienes producto de una determinación unilateral de la industria deben sufrir una caída del precio que reciben por su leche de hasta 30 pesos, a pesar del sostenido e histórico incremento del valor de los productos lácteos".

La nueva guerra por los precios, va en que los productores barajan distintas opciones, tras la reunión de directorio de Fedeleche, realizada el jueves 12 en Temuco, que estaba programada para fin de mes. Al cierre, se buscaba piso para manifestaciones, aunque se mantenía el diálogo con las empresas.

Kelpers importan leche chilena

Fuente: Infortambo,  23 de septiembre 2013.

Las Malvinas son argentinas pero toman leche de nuestros vecinos. El analista económico, José Quintana afirma en Revista Infortambo que este dato se puede confirmar analizando simplemente los destinos de los lácteos argentinos del año pasado, donde no se observa despacho alguno hacia las Islas Malvinas. Diferente es cuando se observan los destinos de las exportaciones de lácteos de Chile o Uruguay. Si bien no hay mucha información disponible, el resto de las importaciones de lácteos provendrían de la Unión Europea, fundamentalmente del Reino Unido y Bélgica. En relación a Uruguay, en 2012 exportaron 243.400 toneladas de lácteos, pero de ese total, un volumen mínimo -apenas 2.350 kg- tuvo como destino las Islas Malvinas. El 47% del volumen exportado fue leche UHT, el 15% leche en polvo y un 26% quesos. En todos los casos, el exportador fue Noreplend S.A. En el primer semestre de 2013 se exportó un volumen similar al exportado en todo 2012 al alcanzar los 2.325 kg de lácteos con ese destino.

Aunque al igual que el Uruguay tampoco es relevante en términos de participación en sus exportaciones totales, el volumen de lácteos vendido a las Malvinas es significativamente mayor en el caso de Chile. Estamos hablando de 160.800 kg que en 2012 ese país exportó a estos territorios sobre un total de 70.480 toneladas de lácteos. En el caso de Chile, la información de aduana tiene una diferencia con la de Uruguay. Mientras que la aduana uruguaya informa en la columna país de destino "Islas Falkland" (Malvinas), la Aduana chilena habla de "Territorios Británicos en América". Hay que aclarar que no es fácil encontrar esa clasificación de países aunque sí los "Territorios Británicos en Ultramar". Dentro de ellos, en América existen sólo algunas islas del Caribe y las Islas Malvinas y Georgias. ¿Este volumen se exportó a otro lado de América que no sea las Malvinas? La primer pregunta que surge es si sería lógico que las islas del Caribe pertenecientes a Gran Bretaña se abastezcan de lácteos chilenos. Un segundo indicio de que estos lácteos tuvieron como destino las Malvinas es que todos los embarques partieron del puerto de Punta Arenas.

Aunque el hecho de que la bandera del transportista sea de Antigua y Barbuda -una isla del Caribe ex colonia británica, ahora independiente- puede gene rar alguna duda, esto queda aclarado con el nombre de la compañía transportista, South American Atlantic Service (SAAS), una subsidiaria de Consolidated Fisheries Limited (CFL). SAAS fue creada en 2005 para contar con un nexo de containers entre las Malvinas y los puertos de Sudamérica. CFL considera que de esta forma se le dio a la industria malvinense la flexibilidad que requieren los embarques para que dichas industrias desarrollen y expandan sus negocios. SAAS tiene domicilio en Puerto Argentino (Puerto Stanley). En síntesis, aquello de los "Territorios Británicos en América" es un eufemismo de Islas Falkland. Ahora que ya no quedan dudas de que ese volumen de productos lácteos chilenos fue a las Malvinas, veamos qué y quienes exportan a dicho destino desde el país hermano. 

Del total exportado, el 71% del volumen fue bajo la forma de crema o leche concentrada, seguida por un 21,1% de leche UHT y 4,4% de yogur. Los dos principales exportadores fueron Corcoran e INAL, que en 2012 vendieron 105.018 y 54.585 kg respectivamente, mientras que el resto se repartió ente Griffiths Smalley y Galicia S.A. Si se tiene en cuenta que la población de las islas es de apenas 3.100 habitantes, se concluye que el año pasado Chile aportó 51 kg de producto por habitante. Por lo tanto, si bien se trata de volúmenes mínimos respecto de las exportaciones de nuestros vecinos, para la cantidad de isleños es un volumen muy grande que les soluciona muchos problemas.

Demasiado caro producir 

Durante la guerra de 1982, la ganadería de las Malvinas quedó prácticamente destruida. Luego de la guerra y para recomponer el stock de animales se envió un barco llamado Noah's Ark con el objeto de proveer a las islas de vacas, cerdos, ovejas y caballos. La mayor parte de esta hacienda fueron hembras próximas a parir, lo que aportó diversidad genética. Sin embargo, a pesar de esta iniciativa, la producción de leche se está abandonando debido a que es más barato importar leche UHT que producir leche fluida. Emblemático ha sido el caso de Stanley Dairy, el mayor productor de leche de las islas, que como consecuencia de trabajar a pérdida pidió financiación a Falkland Islands Development Corporation (FIDC) -un organismo creado en 1984 para promover el desarrollo económico- hasta que pudieran alcanzar el equilibrio. En 2008 se le pidió un plan de negocios a Stanley Dairy pero dados los resultados y lo riesgoso del plan se le negó el préstamo. Entre las razones del rechazo figuraba que el financiamiento era demasiado riesgoso para el beneficio que podía generar, considerando que sólo el diez por ciento del consumo de leche fluida de las islas provenía de Stanley Dairy; el resto de la población estaba contenta con la leche chilena más barata. 

¿La mejor leche del mundo al peor precio del mundo?

Fuente: Portal Campo, El Mercurio,  07 de octubre de 2013.

Por: Roberto Dünner, Gerente General de TODOAGRO S.A.

 

A diferencia de la America’s Cup la “Chile Cup”, que se juega en el sector lácteo nacional, está terminando con una abultada victoria para el equipo que establece las reglas, sin ningún avance en el rendimiento de la industria ni en la competitividad del sector, y con cada vez menos equipos con quienes competir.

 

El 26 de septiembre se realizaron intensas manifestaciones frentes a la plantas de Nestlé de Los Ángeles, Cancura y Llanquihue. Entre los carteles había diversas aseveraciones y una de ellas era la siguiente:

La mejor leche del mundo al peor precio del mundo. ¿Qué hay de cierto en esta aseveración?

Veamos algunas cifras: Fonterra en Nueva Zelandia ha hecho un incremento constante en su forecast de pago al productor los últimos meses, pasando de NZD 7,5 por kilo de sólidos lácteos en julio, a NZD 7,8 en agosto y a NZD 8,3 en septiembre.

Para tomar este precio como referencia y poder comparar entre países, deben hacerse ajustes por el contenido de sólidos de la lecha y tomar también como antecedente el volumen anual producido por el predio, para construir un litro de leche equivalente en términos de sólidos lácteos.

Las últimas estadísticas nacionales neozelandesas muestran una producción de 4128 litros por vaca año con un contenido de sólidos de 8,82%.

Para la lechería nacional, si bien no hay información oficial, usaremos un ejemplo tipo del sur de Chile, una vaca de 7000 litros al año con un contenido de sólidos de 7,21%.

El ejercicio muestra que el precio por litro actual en Nueva Zelandia es de $302,94 por litro equivalente, y que en Chile el precio por litro equivalente en sólidos debiera ser de $247,85, sin considerar que la variante proteína, que es la de mayor valor, en el caso de Chile representa el 47% de éstos sólidos, mientras que en el caso de Nueva Zelandia representa sólo el 43%.

Los principales actores del mercado lácteo nacional mantienen actualmente pautas de pago para un productor tipo del sur que cumple con todos los estándares y que produce 1.600.000 litro al año, precios de entre $185 y $195 por litro, lo que representa un diferencial de precio del 30% entre el precio a pagar durante los próximos meses y el precio que percibiría en Nueva Zelandia. Unos MM$92 menos de ingresos en el plazo de un año.

Complementariamente, si se evalúan las series históricas de precios en US$ de la leche en polvo entera y del precio promedio pagado a productor en la X y XIV regiones por cada 10.000 litros también en US$, veremos que a septiembre se generará la brecha más amplia registrada en los últimos 13 años.

En septiembre del año 2012, por medio de Revista del Campo de El Mercurio, y en relación al anuncio de Nestlé de bajar sus precios de compra de leche a cruda a productor en $20 por litro en el precio base a partir del 3 de octubre del mismo año, comenté que se me venían a la mente las declaraciones de Dominic Barton, líder mundial de McKinsey, que había estado recientemente en Chile.

Barton mencionaba que el problema de la economía de mercado es el interés de los accionistas en el precio de las acciones y no en los dividendos. Él denominó a este problema «La Tiranía del corto plazo». A modo de ejemplo menciona que la permanencia de un accionista en una empresa en el año 1970 era de 7 años y el año 2011 era de 7 meses.

Mencionaba también que Nestlé con el anuncio caía en la Tiranía de corto plazo, en un escenario de dudosa justificación, en que se aportaba toda la información objetiva para hacer esta declaración.

Al cabo de un año, septiembre de 2013, presintiendo lo que ocurriría, comenté también en una columna de opinión en la Revista del Campo, que la principal conclusión del seminario “Empresas y stakeholders” organizado por la USEC y El Mercurio fue la relevancia del prestigio y la reputación de las compañías por sobre el resultado operacional. En el seminario Claudio Hohmann señalaba que “la reputación corporativa debe ser el core business de las empresas”.

Si revisamos el manual público de fijación de precios de Fonterra en Nueva Zelandia, menciona que a la fórmula para estimar ingresos deduce una serie de costos, que incluyen el de una eficiente industrialización y un apropiado retorno a la inversión. Dada la inexplicable brecha actual en el precio de la leche, sólo caben tres explicaciones:

-Bajo precio de venta

-Ineficiente industrialización

-Falta de entendimiento del concepto apropiado

Resulta interesante revisar la política de retornos al capital para una compañía como Fonterra por continente, donde un 7% es razonable en el país de origen, mientras que en América Latina un 18% es apropiado. Tenemos además disponibles ya resultados de industrias lácteas locales a junio del presente año, que evidencian sólidos resultados que superan en más del 20% los resultados del año anterior.

Concluyo por lo tanto que la política de la tiranía de corto plazo sigue vigente y que la reputación corporativa no está dentro de las prioridades de varias empresas, que incluso mencionan la generación de valor compartido como uno de los elementos centrales en su reporte de sustentabilidad.

Algunas sugerencias de áreas a abordar para desarrollar el sector, que pasan mayoritariamente por mejorar los estándares de Transparencia corporativa, ya que de acuerdo a lo evaluado por la Universidad del Desarrollo y KPMG, la industria local sigue mostrando un menor promedio que las firmas globales.

  • Pauta de precios clara, basada en los precios internacionales (GDT) ponderados por la proporción de productos exportados versus colocados localmente de modo de evitar que un actor interesado y de mayor poder relativo ponga las reglas fundamentales que determinan el desarrollo de la industria.
  • Apertura de resultados locales de las transnacionales de las que no sabemos nada
  • Apertura de resultados por área de negocios. ¿Realmente no interesan los lácteos o la jalea y el agua son los que sustentan los resultados?
  • Valores de transferencia justos para empresas que manejan la compra de leche, proceso y comercialización en razones sociales diferentes.
  • Publicación de pautas de pago por parte de TODA la industria, incluido Colun, que tiene una oportunidad de ejercer su liderazgo, publicando las condiciones de adquisición previamente y no ex pos, para producir “Magia en el Sur”.
  • Que las empresas tomen sus propias decisiones y que éstas no sean actuaciones reactivas basadas en lo que hace el otro.
  • Que la autoridad castigue con fuerza los comportamientos anticompetitivos de la industria. Si no existen pautas de precio claras, los resultados podrían indicar un comportamiento monopsónico.

Una última analogía: también en septiembre, en la ciudad de San Francisco en el hemisferio norte, se corría la final de la America´s Cup; la competencia deportiva náutica más antigua del mundo.

En esta competencia, el tamaño del competidor es irrelevante, porque las reglas de la competencia son las mismas para todos.

Ambos equipos náuticos, con máxima inversión para construir un equipo humano y tecnológico de alta productividad, logran navegar su bote a 30 nudos en contra del viento y a 70 nudos a favor de él. Los resultados son rendimientos nunca antes alcanzados en la historia de esta competencia y con efectos tecnológicos que afectan otras áreas de la sociedad.

A diferencia de la America’s Cup, la “Chile Cup”, que se juega en el sector lácteo nacional, está terminando con una abultada victoria para el equipo que establece las reglas, sin ningún avance en el rendimiento de la industria ni en la competitividad del sector y con cada vez menos equipos con quienes competir.

Chilenos son los segundos que más leche en polvo y saborizada consumen per cápita

Fuente: www.estrategia.cl,  07 de octubre de 2013.

La producción de leche en el país representa alrededor del 85% de las ventas para la industria láctea, es decir, unos 2.400 millones de litros de leche.

Más de 150 litros de leche por persona se espera que alcance el consumo de los chilenos durante este 2013, según las proyecciones del consumo per cápita de Fedeleche. Asimismo, los mercados de leche en polvo y de leche saborizada han crecido más del 46% y 47% en los últimos cinco años, según datos de Euromonitor International. Estos mercados sitúan a Chile como los terceros más grandes en Latinoamérica y los chilenos, como los segundos que más consumen estos productos per cápita. De acuerdo al presidente de Fedeleche, Juan Horacio Carrasco, este mercado actualmente ofrece “una oferta de leche de alta calidad, junto a una gran gama de productos light, probióticos, sin lactosa, bajo en grasas o con extra calcio, entre otros”, en respuesta a las nuevas exigencias de los consumidores. La producción de leche en el país representa alrededor del 85% de las ventas para la industria láctea, es decir, unos 2.400 millones de litros de leche, que son la base de los distintos productos lácteos que se comercializan. 374 millones de litros de leche exportó Chile en 2012. No obstante, durante el periodo enero-julio de 2013, las exportaciones presentaron una baja de 14,3% respecto de 2012, alcanzando los 215 millones de litros.